Lo que la historia olvida, se pierde para siempre.



Siempre me ha gustado esta escena del Enrique V de Kenneth Branagh, y ahora he entendido por qué. El latín es lo que tiene, es lento, pero muy sugerente.

¡¡A ver si podéis acompañarme cantándola!!!!
(la he modificado un poco, pero con buena voluntad todo se arregla,
solo hay que adaptarse a la música).
¡¡¡Venga, lo intentamos!!!!!!
¡Dalé!!


“iííinnn dooóóooomine paááatri,

ooóóóora, proó, noóóobis,
aunteééen noóóon noóóóbis domine”



En el nombre del padre,
reza por nosotros,
pero no en nuestro nombre.

Recomiendo copiar el texto y dejar que lo lea Word en voz alta, es toda una experiencia.
(puedo explicaros como hacerlo)

A partir de ahí, el juego de buscar nuevas versiones, puede ser un gran ejercicio mental.

Lejos de la inteligencia artificial.