-Año 2020- Las moscas duermen, yo no.

 

Imagen de Instagram

Cada año hay más moscas, se están empezando a convertir en una plaga. Este año de pandemia ha sido terrible. Por primera vez han llegado a mi refugio, y eso que está en un sótano malamente acondicionado entre apartamento y trastero, y tienen que bajar unas escaleras o atravesar un garaje y dos puertas.

Hasta este año había conseguido tenerlas encerradas en los pisos de arriba, no hay nada más molesto que una mosca posándose en tu mano cuando estas escribiendo.

Sueño a menudo con ellas, casi siempre pesadillas en las que me cubren por completo, nunca recuerdo si me hacen volar hacia lo desconocido o si de mi no queda nada, y me lo recuerdan en el desayuno.

No me extraña su persistente venganza, las he matado a miles este año, a cientos de miles durante toda mi vida, de una en una y confieso también que con armas de destrucción masiva.

Pero no les perdono que hayan invadido mi cueva.

¡No lo necesitaban!

Mi cuerpo se lo van a comer si o si, se lo he legado en mi testamento vital hace tiempo, les he dejado durante años su espacio, mientras no me molestasen cocinado, durmiendo o escribiendo, y no entiendo por qué han incumplido nuestro pacto.

Pero esto tiene que cambiar, tienen que salir de mi refugio.

No se si son antimonárquicas, o si tienen una nueva líder revolucionaria, pero tienen que entender que hay limites que no se deben sobrepasar.

He decidido no intentar dialogar con ellas, parece que no entienden el primer artículo de nuestras "Reglas Constitucionales": -“Si no me molestas, no te mato”-, se han convertido en "Kamikazes Terroristas" que llegan en oleadas, siempre en el momento mas inoportuno, y eso no lo voy a consentir.

Voy a devolverlas al lugar que les corresponde, porque he descubierto su secreto.

¡Las Moscas Duermen!

Y yo puedo estar sin dormir, observándolas todas las horas de todas las noches. Mientras nadie de vuelta a mi reloj de arena.

Creo que ya he identificado a su líder y me he hecho un mapa de sus hábitos nocturnos. Incluso de sus intempestivos revoloteos libidinosos. 

Este jueves paso al contrataque, las voy a cazar una a una, y las voy a meter en una bolsa sin hacerles daño, y las voy a soltar en la oficina de Google, igual si se quedan un tiempo, les dan una idea para un nuevo logotipo.

Espero que las moscas no sepan leer, o por lo menos que no sean capaces de ir más allá de 140 caracteres. Sobre todo que no sepan volver, de imagen a enlace, desde donde las suelte.

Y que se vayan por fin de mis pesadillas, que tengo cosas más importantes a las que dedicar mis miedos.

Tengo otros sueños.


Autorizan el primer buzón para abandonar a recién nacidos en Bruselas

https://www.msn.com/es-es/noticias/internacional/autorizan-el-primer-buz%C3%B3n-para-abandonar-a-reci%C3%A9n-nacidos-en-bruselas/ar-BB19cO0C?ocid=msedgdhp

No tengo una opinión clara para esto, el dilema moral y ético que me plantea supera toda mi capacidad de contradicción y todos mis prejuicios.

Necesito ayuda para interpretarlo, para asumirlo, para entenderlo y ni siquiera me importa si es una noticia falsa.

21 de septiembre de 2020

El apocalipsis no es un libro, es una interpretación del futuro en la que no hacemos nada para impedir que sus jinetes sigan campando por sus fueros. (En la imagen de "Fortnite" solo hay tres jinetes, el cuarto eres tú, que solo mira y se deja llevar.)

El peor destino es la suma masiva del abandono de la transmisión de sueños que trascienden nuestro tiempo.

No comprendo este mundo.

Y lo peor, es que ya me da igual.

Si no supiese que me esperáis mañana vivo,
en un acto de coherencia, me cortaría las venas como Seneca.

 





Mucho más que un Siglo

Felicidades Mario.

Te tengo muy presente, los días que puedo y todas las noches.

Se que las onomásticas, tan solo son eso... onomásticas y nada más.
Pero me reconocerás que 100 años son lo que son.

Debo confesarte que mi mayor desvelo es reconocerme en un "Ustedes" o en un "Nosotros",
y por mucho que lo intento no lo consigo.

Solo puedo prometerte que seguiré intentando ser contigo, 
y con los rostros de mi espejo, un "Nosotros"

El tiempo que mi Siglo me deje.

 

Horas

 


Poema de Vicente Huidobro.
Gran Poeta Chileno, cosedor de estrellas.
 
[Introducción]
El villorio.
Un tren detenido sobre el llano
 [Silencio, se escribe]
 [Poema]
En cada charco,
duermen estrellas sordas.
Y el agua tiembla,
cortinaje al viento.
 
La noche cuelga en la arboleda.
 
En el campanario florecido,
una gotera viva,
desangra las estrellas.
 
De cuando en cuando,
las horas, maduras,
caen sobre la vida.


Pandemia

 



Exactamente lo mismo que decía cuando estaba viva.

-No me hables de historias pasadas que no tengo tiempo para eso-.

Su Alzheimer empezó pronto, algunos autores tardíos indican el tiempo de su adolescencia, otros de mucho antes hablaban de su infancia.

Desde antes de la memoria decía con devoción ya descreída.

-La eternidad no cuenta muertos, las estrellas nos esperan-

Se produce un silencio y…

¿Qué fue de ella papa? Léemelo otra vez.
-La humanidad murió hijo, ya lo sabes-
¿Y entonces llegamos nosotros, no papa?
Si, llegamos nosotros, los bichos pequeños,
su 2020 fue nuestro año.

(Texto enviado hoy 08/09/2020 al concurso "Relatos en Cadena" de la "Cadena Ser")


Eramos felices







No se muy bien que dedicarte en mi recuerdo,
y es una tortura no saberlo.

Quiero decirte, aunque probablemente sea muy tarde,
que si pudiese explicarte porque soy quien soy,
estarías orgullosa de mi, y yo de ti.
Por escucharme.