Imagen de Instagram |
Cada año hay más moscas, se están empezando a convertir en una plaga. Este año de pandemia ha sido terrible. Por primera vez han llegado a mi refugio, y eso que está en un sótano malamente acondicionado entre apartamento y trastero, y tienen que bajar unas escaleras o atravesar un garaje y dos puertas.
Hasta este año había conseguido tenerlas encerradas en
los pisos de arriba, no hay nada más molesto que una mosca posándose en tu mano
cuando estas escribiendo.
Sueño a menudo con ellas, casi siempre pesadillas en las que me cubren por completo, nunca recuerdo si me hacen volar hacia lo desconocido o si de mi no queda nada, y me lo recuerdan en el desayuno.
No me extraña
su persistente venganza, las he matado a miles este año, a cientos de miles
durante toda mi vida, de una en una y confieso también que con armas de
destrucción masiva.
Pero no les perdono que hayan
invadido mi cueva.
¡No lo necesitaban!
Mi cuerpo se lo van a comer si o
si, se lo he legado en mi testamento vital hace tiempo, les he dejado durante años
su espacio, mientras no me molestasen cocinado, durmiendo o escribiendo, y no entiendo
por qué han incumplido nuestro pacto.
Pero esto tiene que cambiar,
tienen que salir de mi refugio.
No se si son
antimonárquicas, o si tienen una nueva líder revolucionaria, pero tienen
que entender que hay limites que no se deben sobrepasar.
He decidido no intentar dialogar
con ellas, parece que no entienden el primer artículo de nuestras "Reglas Constitucionales": -“Si
no me molestas, no te mato”-, se han convertido en "Kamikazes Terroristas" que
llegan en oleadas, siempre en el momento mas inoportuno, y eso no lo voy a
consentir.
Voy a devolverlas al lugar que
les corresponde, porque he descubierto su secreto.
¡Las Moscas Duermen!
Y yo puedo estar sin dormir, observándolas
todas las horas de todas las noches. Mientras nadie de vuelta a mi reloj de arena.
Creo que ya he identificado a su líder
y me he hecho un mapa de sus hábitos nocturnos. Incluso de sus intempestivos revoloteos libidinosos.
Este jueves paso al contrataque,
las voy a cazar una a una, y las voy a meter en una bolsa sin hacerles daño, y las voy a soltar
en la oficina de Google, igual si se quedan un tiempo, les dan una idea para un nuevo
logotipo.
Espero que las moscas no sepan
leer, o por lo menos que no sean capaces de ir más allá de 140 caracteres. Sobre todo que no sepan volver, de imagen a enlace, desde donde las suelte.
Y que se vayan por fin de mis
pesadillas, que tengo cosas más importantes a las que dedicar mis miedos.
Tengo otros sueños.