El viento más que soplar acaricia,
cómo si ese momento fuese a repetirse algún día.
La bruma de la mañana,
se resiste a ser arco iris,
dejar de soñar cuesta tiempo.
El reloj de arena da vueltas y vueltas,
busca sosiego para detener un corazón.
Todo en orden,
velas desplegadas,
aromas de hornos
refugios a la sombra,
del sol y de la luna.
Ya viene el viento que me lleva.
Viene el viento, nuestro viento,
plagado de diálogos al oído,
sembrado de coloquios infinitos.
Viento loco,
fin de soliloquios,
viento de grandes abrazos sin besos.
Hay vientos cercanos,
a los que ponemos nombre,
porque más que soplar acarician.
Aunque a veces se vayan para no volver.
Entre viento y viento,
ResponderEliminarun descanso
un sosiego
una calma
Para sentir el dorado amanecer
la suave risa de la lluvia
el eterno fulgor de la luna
Con el nuevo soplar
se agita el sentimiento
se cierran los ojos
se duerme el dolor
La brisa nos traerá el recuerdo
y los pasos a dúo
las letras del abrazo
el aroma de un saber vivir
la alegría de su mano en la tuya
Hay vientos cercanos que no nos abandonan nunca.
EliminarTu brisa es siempre esperada y reconocible, como un abrazo.