Una niña, una vez;
cerró los ojos, y...
y entre los dedos pudo ver...
Todo un gran mundo de fantasía.
Su hermano le tiro de la manga,
se miraron, sonrieron...
y echaron a correr gritando sin sentido.
Nunca sabían si ganaban...
no les importaba.
Se permitían tiempos para mundos de fantasía,
y a veces los compartían.
Se regalaban.
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