Dejate llevar por la generosidad en tus comentarios.
Ya que has llegado hasta aqui, desparrama tus palabras sin ningún complejo, ve más allá... de un "me gusta" o "un que bonito", utiliza la tinta de tus venas, regalame un millón de letras, o algún verso...cuentame una historia, envíame una carta dibujada...lo que quieras.
Pero sobre todo no te vayas, sin saludarme,
pensaría que soy un mal anfitrión.
Que triste esta entrada.
ResponderEliminarSin palabras.
Besos.
Esperar.
ResponderEliminarEl único aliciente que sobrevive al derrumbe de años.
Esperar.
Una ofrenda, un tiempo, una mirada de abrazo.
Esperar.
Que todo llegue.
Que todo dure eternamente.
Que todo permanezca.
Que todo se repita cuanto antes.
Esperar.
Esperar que el otro también espere lo mismo que nosotros.
Que el ansia le habite, que le empuje al regreso, y que vuelvan a cuadrarse los astros.
Esperar la luz, las sombras, los miedos.
Y, entre ellos, la bendición de un instante a solas, cogidos de la mano: transmisión de testigo.
Esperar.
Esperar por el que más amamos.
Esperar por seguir vivo a su vuelta.
Esperar.
Y esperar.
Hasta el final.
Mi madre vivió esperando algo que no le llegó nunca, y murió esperando que llegará.
EliminarPero yo no podía dárselo.
Ella siempre pensó en si misma como una niña.
Le debo todo, nadie le quiso tanto como yo.
Es una de las esperas más difíciles.
ResponderEliminarMil besitos, g.