No quiero morir de viejo,
la muerte es mi compañía,
y no le tengo miedo.
Que venga cuando quiera.
No me importaría morir solo,
si es en una cama y sin sufrir.
No soy como mi madre.
Te deseo una buen más allá,
mi gran amigo de cuatro patas.
Tu alma era mucho mas grande,
que la de muchos y muchas,
que creen tener el cielo ganado.
que la de muchos y muchas,
que creen tener el cielo ganado.
Cada pérdida genera un sentimiento particular, limítrofe con otras catástrofes o no, pero siempre distinto. Como el propio llanto que también busca su acomodo más allá de los días, y del dolor. Ser valiente es lo que tiene: a un hora concreta, se sucumbe sin más.
ResponderEliminarGracias Montse.
EliminarTienes razón...
Pero que hacemos con la culpa,
cuando nos llega tan cargada de tiempo,
y de herencia esperada.
¿Donde te escondes de ti mismo?
piensa en la vida en el hoy que tienes alejate del miedo y vive hermoso tu texto
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