Recientemente me reuní con un represéntante de
una administración pública comarcal, cuya responsabilidad era apoyar iniciativas
emprendedoras de personas desempleadas, para presentarle mi proyecto
KolaborArte, le hablé también de Prosetica del Bien Común.
Joseba, (con el que comparto el apellido de
mi abuela paterna), como buen funcionario, sigue el razonamiento político que
sustenta una opinión pública dirigida, basado exclusivamente en un retorno de
inversión a corto plazo, piensa que aquí, todos nacemos con las mismas
oportunidades, que los dineros públicos de apoyo a la generación de empleo y al
crecimiento económico, (concepto que ya se está comenzando a sustituir por “sostenibilidad
económica”), deben dirigirse a industria, energía y tecnología, a agricultura y
ganadería ecológicas (algo muy de moda), a educación, sanidad y servicios
sociales, personales y a la comunidad, a comercio y hostelería, a otros
servicios generales. Tiene los IAEs (epígrafes de impuestos de actividades económicas),
muy presentes, tiene claro que sobre todo que hay que invertir en I+D+I. ¿? Curiosamente tiene muy afianzado el concepto de que en cultura la inversión
debe ser privada, salvo que sea un proyecto muy arraigado a la tierra, a su
entorno, o genere un rápido retorno. Para él, la cultura es algo de andar por
casa y quien quiera que se la page, la cultura es tiempo libre….
Probablemente no tiene ni idea del criterio
para elegir las exposiciones del museo
guggenghein, es posible que solo lo haya visitado en una ocasión para ver el
edificio de cerca, por dentro y por fuera, pero tiene la convicción, de que una
inversión de 75.000.000.000 millones de entonces en plena reconversión industrial
han sido una gran inversión. Y estoy de acuerdo con él, han sido una gran inversión
pública en INDUSTRIAS, pero no en cultura.
Pero Joseba no es el único que piensa así, he
paseado mi proyecto por administraciones públicas locales, provinciales, autonómicas
y estatales, solo me faltan las europeas y las de la Unesco, pero creo que
hasta allí no llego, tengo el apoyo de un centro de investigación de los más
grandes de Europa, (solo el apoyo moral), pero a parte de algunas palmaditas en
la espalda y muchas frustraciones, nada de nada.
No, Joseba no es el único que piensa así, conozco
organizaciones que luchan con mucho esfuerzo y trabajo voluntario por un futuro
basado en el “Bien Común”, que replican en su actuación las prioridades de inversión
de Joseba, probablemente por hacer un hueco a la difusión de su mensaje en esta
jungla, lo he intentado en este medio también con ahincó y debo confesar que de
aquí a parte de llevarme las consabidas palmaditas en la espalda y porque no
decirlo, también las frustraciones, me levo conmigo compañía de caminantes,
personas con nombre y apellidos a quienes admiro y quiero, y saben quiénes son.
El ultimo betseller escrito por un jugador de
futbol se vende en todas las librerías y centros comerciales, incluso en museos
a razón de 40€ con una tirada de... pongamos 200.000 ejemplares, y un poeta o una
musa, mal venden o regalan su libro entre sus amigos y amigas.
¿Cuál va ser
nuestro legado evolutivo?
La cultura no se crea en una universidad o en
un colegio, no se crea en un cine, ni en una página web, no puede crearse
cultura en ningún espacio cerrado, la cultura no puede ser una industria,
porque está jugando con el arte en los cerebros de incluso quienes no son
conscientes de su juego, cuando no saben porque les gusta el olor a hierba
cortada, mirar fijamente el fuego, compartir un amanecer o un ocaso.
Seremos capaces de rescatar el concepto de
Cultura de la cárcel del Ocio o seguiremos pensando que algo tan libre como el arte
debe estar en manos de pocas sesudas manos de una orden sacerdotal desconocida…
Mi proyecto KolaborArte pretendía conseguir
ese rescate, favoreciendo la creación compartida de los saberes individuales, de
cualquier saber, pero no es su momento.
Cuando la respuesta (reflexionada) a la
pregunta del título, sea mayoritariamente afirmativa, dentro de unas cuantas guerras
y múltiples generaciones, será su momento.
Entonces nuestro legado de evolución sera poético, como necesita serlo nuestra vida...