Imagen: "Ventana al Sol del Ocaso" de Ramón Arbe |
Necesito un descanso, unas vacaciones de mi mismo
y de todos los yos que albergo.
Su empeño en perseguirme incansables,
buscando un resquicio para colarse en ese espejo sin sitio en el que intento
mirarme, me agota, me estoy quedando en tan poca cosa que todos mis trajes
parecen de un sastre de gigantes.
Sé que esta vez, mi sombra no esperará a su silueta,
me perderé en el camino de vuelta al firmamento de mi ventana, sé que esta vez
mi cabeza no volverá a tirar de mí hacia arriba por el influjo de la luna. Pero
debo ser firme, debo dejar de buscar mareas, y conservar la esperanza vana, verde
esmeralda, en la marea que me encuentre, varado…
Sobre los hombros tiene que imponerse el
sentido de abandonar los sentidos, es lo que manda la razón concéntrica, el sapiens
interruptus satisfecho.
Las manos ya no están hechas para las
palabras.
Necesito un descanso de mi mismo, un abandono
definitivo, he roto mi espejo y he tirado sus ensangrentados gritos en pedazos.
En el bolsillo de un abrigo que no me pongo
nunca, he guardado algo, que espero no leer nunca.
Descanso… siempre tarde y tan solo en todas
partes…
Contener multitudes no es tarea sencilla y muchas veces nos lleva a anhelar darle al "pause" en nuestras cabezas... Espero que logres hallar algo de descanso. Besos.
ResponderEliminarDisculpa el retraso que como ves no es olvido. he descansado, creo, gracias por tu interés.
EliminarEspero que logres ese descanso reparador, que haga que incontrolablemente tus otras personalidades te vuelvan al acecho.
ResponderEliminarPoliédrico inquieto.
Ese descanso siempre eres tu, leerte, leerme, leernos.
EliminarY esperar un posible volver a vernos.