Posible título I:
A CUATRO MANOS DESDE VENTANAS QUE MIRAN AL CIELO
Posible título II:
TARA DESORDENADA
Posible título III:
PERSONAJES OLVIDADOS
Posible título IV:
SI TU ME DICES VEN, LO DEJO TODO. DE `PRINCIPIO A FIN.
Posible título V:
A RATOS
Sinopsis:
Novela a cuatro manos, en la que en sus inicios, todos sus
personajes morían casi antes de nacer y con seguridad todos sus
autores serán olvidados en algún rincón del tiempo.
Estaba marcado por los efluvios de un tiempo que no le
pertenecía, por sudores de almas entregadas a otros mundos de pasiones eternas.
Su historia de tantas vidas olvidadas, en su imposibilidad
de guardar en si sus recuerdos, le atormentaba como una condena en el
purgatorio.
Recorría a menudo el reflejo de sus arrugas en el espejo, en
alguna ocasión señalada, se atrevía a enfrentarse a su mirada, luchaba por
mantenerla fija, hasta verse el color de sus pupilas.
Pero siempre se dejaba llevar por sus cicatrices, el único
recurso que podía permitirse era la huida.
Aquella tarde tan larga, sin luna… no podía ser una
excepción. La última vez que se acercó a ella, a esa tarde, de invierno ya, la
luz mortecina y nublada le devolvió el decorado de sus otras vidas olvidadas.
Como si fuera un símbolo de esperanza. Pero no. Nada había cambiado. Y aunque
sus ojos intentaron cortejarlo en el reflejo de la ventana, no se dejó
arrebatar la determinación de abandonarse, nuevamente, a sus cicatrices.
Permanecía callado, arropado por el silencio de sus miedos,
adormecidos a aquella hora tan temprana. Y algo en el interior de una pared le
llamó, como se llama a los locos cuando deben regresar al redil. Y él acudió,
sorteando baldosas y puertas atrancadas, hasta situarse frente al retrato
colgado de su propio frenesí.
Mas nada le hacía ver la realidad. Así no fue consciente de
cómo aplicó la oreja izquierda al lienzo mientras sus dedos contaban en morse
la combinación que abriría aquella particular caja de Pandora. Lo único cierto
fue el chasquido que rebotó dentro de su cabeza y que le obligó a volver en sí.
Ya no había tela enmarcada ni rastro de antiguas llamadas, sólo un hoyo
horizontal excavado con uñas y dientes, y que encerraba, a su vez, una serie de
retratos envueltos en tela basta de otra guerra.
Despertó sintiéndose culpable, casi sin fuerzas para
mirarse, con el pelo alborotado como siempre.
La compostura exigía salir acomodado, plegó su pelo a su
reflejo, la vida no le podía encontrar en pijama.
El agua en la ducha sonaba como un despertador, el mejor reflejo
de cualquier epopeya que tiene solo minutos para ser contada.
Nace el tiempo, entre el tiempo… de buscar entre cicatrices,
algo más, mucho más que una huida.
Perdidas las miradas entre acantilados de perlas, bravos
galopes de aquellas cartas dobladas que nunca llegan, los relatos cobran vida
en su mente, la realidad se desvanece.
Se apresta a enfrentarse, a quienes no saben de arrugas, hasta
su próxima cita dentro de un rato, con la huella de sus posibilidades.
Continúas?
Tengo que confesarte que en mi último texto he hecho modificaciones sobre el original,
he cambiado la palabra "tiempo", por "reflejo" en la frase de la ducha y he eliminado las eses
de "las huellas" del último párrafo, (el de las arrugas).
También he suprimido mi…¿Continúo?Quizá si me ayudas, este personaje no quede en el rincón de
un cajón o en el bolsillo de un gabán olvidado¿Continúas tú? Y tu…¿Tiene posibilidades?
"Aquella tarde tan larga, sin luna..." Lo considero ya como tuyo,
Continuamos?
Nos atrevemos a ver que pasa?
Puedes cambiar lo que quieras, de principio a fin.
Yo, estoy dispuesto a poner voz a mi parte.
¿Nos esperamos?