Noches de insomnio, Dialogos de sueño.


Estaba una tarde sentado, contemplando el cielo, cuando de pronto note una presencia…
¡A mi lado…, estaba sentado un hombre muy parecido a mí!
Tan parecido… ¡Que era igual que Yo!

Cuando salí de mi asombro…

Le pregunte “¿Tú quien eres?”
Él me respondió. “Dios”.

Se produjo un largo silencio, mientras los dos contemplábamos la puesta de sol.

Volví a preguntar. “¿Qué haces aquí?”
Me respondió. “Descansar”.

Sin ser yo consciente, estas palabras salieron de mi boca…“Estas un poco mayor, ¿Porqué no te jubilas?”

Él me dijo…“No me dejan, estoy condenado a trabajar eternamente”.

Como parecía que ya estábamos entablando conversación, me atreví a decirle…
“Tuviste una oportunidad, pero enviaste a tu hijo a hacer tu trabajo, si te hubiesen crucificado a ti, podrías llevar descansando 2000 años”.

Mirando al cielo, me dijo…. “A mí, también me hubieran obligado a resucitar, lo han hecho durante mucho más de 2000 años, y me siguen obligando”

Se produjo un largo silencio de nuevo, mientras los dos contemplábamos las estrellas.

Él preguntó… “¿Qué harás tú, cuando te jubiles?”

Yo respondí… “Descansar”.

Él volvió a preguntar, “¿Descansar…, descansar para siempre, eso es todo lo que deseas?”

Y yo respondí… “No…, soñar…, soñar para siempre…, como siempre…como hoy”

Se levanto y antes de desaparecer me dijo.

“Si es así, cuando te jubilen, Tú, serás el verdadero Dios.”

Esa noche me quedé sin Dios, y aprendí lo que soy, un Ser Humano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dejate llevar por la generosidad en tus comentarios.
Ya que has llegado hasta aqui, desparrama tus palabras sin ningún complejo, ve más allá... de un "me gusta" o "un que bonito", utiliza la tinta de tus venas, regalame un millón de letras, o algún verso...cuentame una historia, envíame una carta dibujada...lo que quieras.
Pero sobre todo no te vayas, sin saludarme,
pensaría que soy un mal anfitrión.