Despedida

No es que se me hayan acabado ni mis distintos yos ni mi desordenes, pero el cansancio puede tanto que voy a volver a ser un triste Cartero y si no lo consigo seré  un Vagabundo.

No voy a recurrir para la consumación del aislamiento al que me somete el avance de la tecnologia, a grandes metáforas o a repasos de grandes historias.

Me voy porque ha llegado el momento, odio los designios del destino, pero nada es para siempre.

Quien quiera encontrarme, sobre todo tú, "Tara", que nunca te abandonaré, me encontrará.

Se acaba un personaje y siempre nace otro.

Carta sin remite.


Y que más da,
el todo y la nada,
si solo somos un momento curvo,
una reflexión de luz cotidiana.

Y que más da nada,
cuando ya no escribimos cartas,
cuando nuestro legado ya no es la esperanza.

Y que más da todo,
cuando hace tiempo que ya no es nada.

Y que más da, si ya no te veo,
ni te oigo.

Cerca.

Acariciarme con tu tiempo.

Soy tu buzón perdido.
una sombra de alguna de tus sonrisas.


Un personaje desordenado,

Si me ves, te ves...
Por eso sigues aquí.

Vente a Groenlandia, no hace tanto frió como parece.

El mercado es tan salvaje, que es capaz de rentabilizar el cambio climático.

En 1979, Dinamarca otorga la autonomía a Groenlandia y en 2008, transfiere la mayor parte de las competencias que tenía el gobierno danés al gobierno local groenlandés. Este traspaso se hizo efectivo el año siguiente y dejó para Dinamarca las competencias de asuntos exteriores, seguridad y política financiera. Asimismo, otorgó a Groenlandia un subsidio anual de 633 millones de dólares, lo que suponía 10.100 Euros per cápita.

Probablemente Groenlandia no es consciente de la que se le viene encima con el deshielo y las nuevas rutas navegables del Ártico. No van a ser capaces de retener la invasión de todo tipo de dineros, puede que conserve su nombre de “Greenland” pero va ser por el color de los billetes.

Su oferta turística crecerá exponencialmente, llegarán inversiones financieras libres de impuestos locales, (empresas y fondos de inversión), crecerán la construcción y el comercio, la inmigración será necesaria y las inversiones públicas serán cada vez más cuestionables.

Donde moleste se eliminara el hielo permanentemente, florecerán minas, carreteras, refinerías, plantas nucleares, energía para el progreso tecnológico.

Queda tan poco por colonizar, que el mercado necesita un sostenible cambio climático, que le abra nuevas zonas de consumo fácil, cueste las vidas que cueste, al fin y al cabo, cada vez valen menos.

La única esperanza es preservar auroras boreales y lunas llenas en una nueva poesía que se atreva a pintar un futuro real.

Groenlandia va a morir y no lo sabe, el último “País Verde”, es tan mentira, como el “Árbol de la Vida” de la mitología vikinga. Qué lejos queda siempre Dios para estas cosas.

El mercado se ha vuelto tan salvaje, que ha superado todos los niveles de indiferencia, ha conseguido poner precio a la vida.

Cada letra o pincelada,
cada inflexión de voz recitada,
puede ser denuncia reveladora.
legado de evolución cierta.


Pobre Groenlandia. Pobre Caos Libre.

No doy "pa" más

Y la huesuda no me quiere llevar.

No puedo renunciar a pensar,
para aliviar mi conciencia.
No puedo dejar de contar,
que me llora la almohada.
No puedo retener esa rebeldía,
que no ejercí cuando debía.

Quiero retener el viento en mi memoria,
contar cuentos cada minuto,
dejar de gritar, dejar de gritar,
dejar de gritar...
de miedo.

Intento querer, querer tanto,
como merece la palabra,

No quiero que no me quieran,
por lo que no se que soy,
y esta carrera, lenta, incansable,
me persigue tanto...

Añoro mi pasado, mi presente y mi posible futuro,
una marea de una mar de la cara oculta de la luna.

A calzón quitado, no se a donde voy.

Estoy muy cansado,
muy, muy cansado.

Deseo que el arroyo me acoja.

Pero mañana me espera.


Irrepetible

Ixi Urbano Ortega
02/01/1969
20/06/2016

El viento más que soplar acaricia,
cómo si ese momento fuese a repetirse algún día.

La bruma de la mañana,
se resiste a ser arco iris,
dejar de soñar cuesta tiempo.

El reloj de arena da vueltas y vueltas,
busca sosiego para detener un corazón.

Todo en orden,
velas desplegadas,
aromas de hornos
refugios a la sombra,
del sol y de la luna.

Ya viene el viento que me lleva.

Viene el viento, nuestro viento,
plagado de diálogos al oído,
sembrado de coloquios infinitos.

Viento loco,
fin de soliloquios,
viento de grandes abrazos sin besos.

Hay vientos cercanos,
a los que ponemos nombre,
porque más que soplar acarician.

Aunque a veces se vayan para no volver.

Como una hoja en un bosque de otoño.

La vida de la muerte.



Pobre "Caos"

Imagen: Lynette Cook
Que la "Ciencia" haya sustituido a las divinidades, me parece bien.

Que la "Tecnología" se haya puesto a su servicio, también me parece bien.

Me gustan los beneficios que la salud y la educación nos reportan....

Lo que ya no me parece tan bien, es el empeño de la "Ciencia" en llenar de números el "arte" y la "cultura", sembrarlos de muy pocos nombres rentables, de imágenes sin letras.

No me explico como la "Ciencia" no ceja en la búsqueda de una eternidad en la que no cree, sin haber solucionado primero el motivo de su creación, desterrar el hambre y la guerra al centro de la tierra o a los confines del universo.

Lo que no perdono a ninguna de las "Ciencias" es que oculten su origen, que renieguen de su herencia filosófica laica.

En nuestras manos está elegir que queremos ser, nuestro legado siempre es evolutivo.

El último invento son las "Rutinas Creativas"


Pobre "Caos", tiene los días contados.

Momentos rotos de color verde esmeralda.

En menos de tres minutos de versos, se puede dibujar un gran reino ficticio.



Los momentos rotos nunca perdonan dudas y nervios,
solo nos queda una esperanza.

Aunque la voz tiemble,
que se entienda la palabra.

“Conoce la llave del cofre donde guardo el mapa de nuestro tesoro ”

Imagen de Rafal Olvinski
https://soundcloud.com/user814652735/momentos-rotos
Audio prueba 1
Grito

Momentos rotos

Lo que más echo de menos de esta jaula de vida, son mis noches pegado a la ventana, ver caer la lluvia, intentar no cerrar los ojos mirando a la luna, escaparme por ella hasta el tejado, y esperar que alguien viniese a buscarme, un ovni, un cometa, volar hasta alfa centauro y volver con uno de los anillos de orión.
Pero como mucho venía mi madre cabreada si faltaba poco para la cena, aunque alguna noche, de madrugada, le oí decirme, (igual fue un sueño), -Se que estas ahí, pero no te preocupes, no estoy llorando, es que he estado mirado demasiado tiempo a las estrellas-.
Fue mi padre quien me enseño a mirar a cielo, me enseño como andar por un tejado sin romper tejas, a que siempre se tenía que subir con sombrero y un abrigo o una manta, y que mirar desde el borde no tenía sentido, aquí arriba no se subía para mirar al suelo.
Un día que a la noche no estaba, un día como tantos, me envío una foto de mi cuarto con el cofre de sus cartas,  con el mensaje:  -Deja de ser desordenado, y léete.-
Me dejé inundar por su caricia, después de un rato respire profundo, cogí mi gorra, mi  diario, y subí al tejado, me tumbe mirando a las estrellas y escribí solo una frase junto a la fecha.
“Conoce la llave del cofre donde guardo el mapa de nuestro tesoro ”
En esa página no cabían más letras, solo su imagen.
Me aferre a la cuerda que colgaba de mi cuello, apretando con fuerza lo que quedaba del lápiz que me regaló y esperé hasta el alba la primera estrella fugaz para irme con ella.
Desperté con los gritos de mi madre llamándome al desayuno, no era la primera vez, agradecí la manta, y llore, la estrella fugaz no me había llevado.
Todavía oigo las puertas del dolor de la vida cerrándose tras de mí, debe  ser porque quieren cambiarme el horario, no entienden que prefiera mirar a la luna y su corte de estrellas que esconderme del sol.

Se empeñan en imponerme sus momentos rotos.

El árbol de los deseos

Imagen de Internet



Cuenta la leyenda que dos hermosas damas viajaron…
¡¡Que no, coño, que esa no es!!

Empiezo otra vez…
Cuenta la leyenda que las noches que hay luna llena, es porque el niño esta de buenas.
Y si la niña llora, menguará la luna, para hacerle una cuna

Somos hijos de la luna y de los árboles de los deseos.
No somos leyenda y no somos únicos.

Tan solo somos nosotros.


Viene de aquí: El árbol de los deseos,  Tara Menthal

A la grupa de una coma cabalgaré...



Deja unos puntos suspensivos para que reconozca las huellas de tus pasos.

Regálame una coma y cabalgare a su grupa por entre enormes praderas de palabras.
Sepárame un par de comillas para pedirte una cita.

Un punto y coma tuyos me bastaran para respirar entre versos.

Nuestras interrogaciones alimentaran razonamientos contradictorios alineados por rayas.

Déjame tumbar un paréntesis para clavarle mi admiración como vela de noche, y surcar con mi goleta todos los acentos de la cara oculta de tu luna.

Enumérame entre guiones, por qué te espero siempre entre esos dos puntos lejanos,
del buzón que compartimos.

Aún no mi madre.



                      Ayer me tropecé con una foto
                     tuya con diecisiete,
                     sujetando un caballo y sonriendo,
                     aún no mi madre.

                     La gorrita ocultaba tus cabellos,
                     tus pantorrillas largas eran las de un varón.
                     Sujetabas las riendas, con la mano
                     un puño por debajo de su enorme mandíbula. 

                     Los árboles al viento inmóviles al fondo.
                     El cielo granulado por la antigua película.
                     Pero lo que realmente me impactó fue tu cara:
                     la mía.

                     Creí que tú eras yo por un instante. 
                     Hasta que vi el abrigo de mujer
                     ceñido en la cintura, los pantalones anchos
                     y la fecha arañada en una esquina.

                    Entonces confirmé que esa eras tú con diecisiete,
                    sujetando un caballo y sonriendo,
                    aún no mi madre,
                    aunque yo claramente ya era tu hijo.

La traducción de Andrés Neuman, es un movimiento de ajedrez perfecto.

Gracias a los dos,  y a ti, por estar siempre ahí.

Ya os diré  a los tres que me dice mi madre, siempre que el reloj de arena me lo permita.

Elige como mirar al fuego.



El amor emanó de la necesidad de compartir calor, de ese desesperado intento de retenerlo como sea ante un frío intenso.

Nuestra capacidad de razón nos ha permitido en algunos casos elegir entre calor frió y cuerpos cercanos, y en pocos de estos casos, llegar a no descubrir nunca el amor.

Conozco el amor, respiro por sus sueños, abrazo sus almohadas, espero sus caricias y besos, su tirar de la manga para emprender una carrera loca, sus reflexiones simples llenas de imaginación y libres de prejuicios, conozco el amor, conozco su mirada, sus silencios, sus gritos...

Conozco el amor, porque no me importa quemarme y no he olvidado el frió.

Tu también lo reconoces, no te niegues el calor que compartes.

Elige como mirar al fuego.

Hace falta más poesía de la tuya.
En el Mediterráneo y en el corazón de Europa.

Hasta que nos veamos...



Las luces que quedan se van apagando,
el alba de este ocaso está lejos,
es hora de conciliar sueños de días y noches.
de descanso.

Pero la almohada proyecta silencios.

Sombras de mares sangrientos,
de inacabados hoy,
de interminables mañanas.

Llega la hora, sin horas
la que no se mitiga,
la vela que no cesa en mi cabeza.
el inicio de mi tortura.



Se me detiene el tiempo expulsando fantasmas.

Monto la grupa de una coma,
y cabalgo sin rumbo fijo,
por enormes praderas de palabras…

Juego una vez más al ajedrez con el diablo,
y pierdo.

Una noche más se lleva mi alma.

Duermo.

Hasta que te vea mañana.

Miradas eternas


A veces te siento tan cerca,
que no sé,
cómo hacemos para seguir tan lejos,
con los bolsillos tan llenos de olvidos.

Cada uno de tus renglones es aliento,
abrazo pospuesto.

Recitémonos siempre...
voces de espera de sueños.

desplegables.

Jugando al escondite.




Una niña, una vez;
cerró los ojos, y...
y entre los dedos pudo ver...

Todo un gran mundo de fantasía.

Su hermano le tiro de la manga,
se miraron, sonrieron...
y echaron a correr gritando sin sentido.

Nunca sabían si ganaban...
no les importaba.

Se permitían tiempos para mundos de fantasía,
y a veces los compartían.

Se regalaban.


Juanjo Andreu: África cercana, Arte de personas.














Debo rendir homenaje a mi amigo Juanjo Andreu, me encantaría hacerlo con un abrazo, pero como no puedo, quiero ofrecerle unas letras para su casa de Toledo:


En estos tiempos de deshecho consumido, Juanjo y su amiga, Raquel Zarazaga,
(amor y poesía),
nos ofrecen “Libros de madera”, que nos llegan como herramientas para ahuyentar pateras, como si estuviésemos preparados para leerlos, sin escucharlos.

Por dar una pista de hasta qué punto mi amigo Juanjo Andreu está vinculado a la transmisión de conocimiento, la interacción entre culturas, sin importarle idiomas o medio de transmisión… mi amigo, y lo digo con orgullo, Juanjo Andreu, no solo es capaz de acercarnos áfrica de una forma diferente y mucho más cercana, sino que lo hace con poetas y nos deja recitar, es un autentico artista,. 

No pude estar en esa maravillosa convocatoria, me hubiese encantado escuchar tu guía en la exposición, desparramando poesía pieza a pieza, aun así, quiero atreverme a contribuir aunque sea tarde con un poema.

Titulo:
Ébano derramando vida.


Poema:
El brillo enmarca ojos de orgullo,
el cuello adornado apunta descanso,
camino de cascadas en montañas fértiles,
regazo materno de tersos muslos y buenas manos.

Se aprecia una niña enrregazada...

Rodillas fuertes y desgastadas,
pies en el suelo,
siempre cerca del color de esa tierra...
en la que crecen sus árboles.

En estos tiempos en los que las palabras se pagan a 0,002€, mi amigo Juanjo Andreu y yo, nos atrevemos a regalarnos tiempos desordenados para letras.

La mías siempre estarán rendidas a tus “Libros de madera”, a tu pasión por África, y sus revelaciones.

Gracias Juanjo por ser siempre una inspiración, un artista con una pasión a contra corriente.

Tu amigo: Ramón Arbe