Tengo solo dos amores.

Tengo dos amores, de la misma intensidad,
los dos me roban poca vida y me dan mucha más.
A uno de ellos le ayudo a aprender a volar,
el otro vuela conmigo.

Los dos son, todo lo libres que puedo,
son todo lo que quiero, toda mi libertad,
Mis amores son todo.

Son una noche de estrellas, de luz de luna,
de sombras, de siluetas, de sonidos, de destellos,
de mares, de descanso…

Son un día de nubes, de rayos de sol,
de reflejos, de gestos, de olores, de espumas,
de tierras, de sueños…

Mis dos amores, son todas las noches,
son todos los días.

Los dos son el calor.
Son todos mis amores.

Tengo solo dos amores,
Todo lo demás es muy poco,
Todo lo demás soy yo.
Mis letras, se apagan perezosas,
como despues de un cielo en llamas,
se ponen solo en negro,
pierden la sonrisa,
de cientos de miles de lunas,
que escuchan aguas,
que bajan arrebatadas,
como instrumentos afilados,
que cortan los recuerdos.

Mis letras languidecen,
perdidas en el mar,
en mareas, en estrellas,
se pieden en rojo,
en muchos labios,
en sentir lo exacto,
se enredan inquietas,
olvidan.

Mis letras, se escapan,
entre tierras que se descubren fecundas,
vivas, eternas, entre corolarios viejos,
escondidos, enfermos, espesos, sin alma.

Mis letras, no tocan cielo,
no impulsan sueños,
pierden sus alas,
se confunden en rastros gruesos.

Mi letras, se dejan morir,
si no acarician tierra profunda,
con llagas, ríos ciegos, cuevas verdes.

Mis letras no dan más de si,
en mis sueños de mi octubre,
esperan versos con versos.

Si no, perezosas cambiaran de mes, de estación,
volverán a ser solo tinta.
una vez más.

Beso


Susurros cabalgando en la luz del ocaso,
alas soplándolos al oído,
reflejos salpicando de espuma la piel,
siluetas que se resisten a cerrar los sentidos,
palabras que se pierden en un milímetro de sombra.


Espacio escapando del abrazo,
sueño de la consciencia perdida,
almas rendidas, entregadas,
un milímetro, cuatro labios,
un beso.

Inmortal

Inspirado en "Inmortal"
De Monica Sanchez Escuer
http://monicaescuer.blogspot.com/2010/11/inmortal.html

y yo que soy yo
incluso en todos los tiempos
otras almas me dan la verdad
otros son mi sustento:
llama de la conciencia
nítido génesis de los sentidos
ola de la indiferencia.

y yo que soy yo
en esas memorias que siempre olvido
en esos destellos que se me escapan,
incluso cabalgando en una llama
donde los seres, aburridos, se consumen,
donde acaba el contraste de la vida,
en el ir y el venir de un suspiro
he perdido todos los nombres.

soy el recuerdo
el año último
un sueño en una almohada.

donde todo, todo vive
soy

Hoy era uno de esos días, de solo leer.

Hoy era uno de esos días,
en los que deseo escribir
y no me salen las letras.

He decidido leer.
Y para variar,
me he leído a mí…
Me he descubierto.

Hoy me he leído en los “paras”, en los “por”, y en los “aunques”,
en los “des”, y sobretodo en las “is griegas”.
Me he leído en las mayúsculas, en las interrogaciones, en las comas,
en algunas comillas… en los puntos suspensivos.
Me he leído en los colores, en las sombras, en las luces,
en los olores, en los sabores, en el tacto de las imágenes,
en su melodía, en sus matices.
Me he leído en el recuerdo, en el fluir del presente, en el anticipar el futuro.

Hoy me leo en la tierra,
el agua, el calor, el aire…
en la vida.
Me leo, con mis seis sentidos.

Leo estrellas…
constelaciones, dioses, esperanza, distancia, miedo…

Leo, sobre todo amor.

Hoy, en "Yo Desordenado"
me he leído en mí, a mí,
y me leo menos desordenado,
me leo un poco,
aprendiz de poeta.

Hoy me he leído solo palabras, letras…
Tengo que volverme a leer…
Mañana.

Mi país es muy pequeño.

Mi país es pequeño,
tiene solo metros, centímetros,
multiplicados por tiempo.

Mi país, no es un país,
es tan pequeño…
que cabe todo el mundo,
que la esperanza no se mide,
que las estrellas se escriben.

Mi país, si lo miras con un catalejo,
no lo encontraras en la distancia.

Mi país es el impulso...
de las olas en la luna,
de buzones de amor deshojados,
de constelaciones de besos dormidos,
de nombres todavía no pronunciados,
de bocas equivocadas...

Mi país es el sueño, de un eterno aprendiz de poeta.

Mi país es muy pequeño.
Tan solo es mi tiempo y el espacio de mis letras.

El, Lo, Los, La, Las.

El espacio desordenado.
Lo importante.
Los tiempos de plenitud.
La felicidad.
Las siluetas de la vida.

El tiempo ordenado,
Lo simple.
Los espacios llenos,
La costumbre
Las rendijas de la vida.

El desorden.
Lo pleno.
Los momentos.
La vida
Las sombras de la luna.

Tus Historias no son Baldías

Te descubrí, como la risa de un gato invisible.

Me respondiste a la pregunta ¿Existes?

Casi morí,
bajo el cobijo de la melancolía de tu lluvia.

Te vi, de espaldas, más carne que hueso,
con un millón de alas, colgadas de tus letras.

Me escandalizó, la semilla estéril de una imagen azul.

Compartí veinte años, de espinas en muros derruidos, enterrados.

He envidiado conocerte, haberte dado el cariño suficiente,
como para que sea mía, la pagina que aun no has escrito.

Hasta que llegue, seguiré esperando verte,
todos los días.

Dedicado

Solo consigues escribir para ti,
cuando tienes miedo, mañana,
a olvidarte de lo que piensas hoy.

Por eso lo escribes,
aunque no lo leas mañana,
aunque lo olvides.

Te escribes.

Siempre más que palabras.

Otra vez aqui, aferrado a tu mano.

 Embarazo

Otra vez aquí,
escondido,
en posición fetal,
de espaldas a la puerta.

 Lactancia

Otra vez aquí,
escuchando,
sonidos que no entiendo,
que me hacen llorar.

 Infancia

Otra vez aquí,
observando,
para no ser visto,
vulnerable, castigado.

 Adolescencia

Otra vez aquí,
peleando,
contra Dios y su creación,
en el rincón de la vida.

 Juventud

Otra vez aquí,
adiestrado,
enjuiciándolo todo,
con pasión, sin piedad.

Yo

Otra vez aquí,
acurrucado,
en la esquina de mi silencio,
encerrado en mi infinito vació.

Otra vez aquí,
Solo,
Conmigo.


No me mires, no me hables,
no te acerques…
Que me derrumbo.

Que lloro…
Otra vez aquí.

Que cojo tu mano,
si me la das,
para salir otra vez de aquí,
Contigo.

Releyendo, escribo.

Me gusta la pasión y me gustan los anhelos. He arrugado y sudado muchas camisetas. He estado al pie de la sangre. He compartido, sudor, piel, cicatrices y lagrimas. Y sonrisas… y miradas… y caricias… Y besos… No me importa añorarme, ni que la piel se me arrugue, mientras comparta sueños.

A veces, "Os hecho de menos"

He vivido tantas vidas, que he intentado no conservar voces de mi pasado, que me recuerden todos mis errores, he buscado estar solo, y me he obligado a compartir mi soledad.

Siempre con miedo, miedo a que descubriesen que soy un impostor, que solo pienso en mí, que a todos los que he querido y he perdido, no los quería, que no los quiero.
No he sabido cultivar la amistad, buscaba hermanos, padres, familia…me equivocaba.

La familia tenía que empezar en mí

Hoy creo que algunos de los que he perdido, todavía me quieren.
Y también creo que he aprendido a compartirlo todo.
Día a día.
Con mi familia.
Incluso mi soledad.

Gracias Juan y Tomas, por tenerme cariño, después de tantos años.

Donde estarás Pilu?
Igual puedes leer esto, desde ahí.
Pero no me digas, que el domingo tenemos partido... todavía.

Demasiada vida, esperando.




Sentada espero,
que me venga la vida.

Llevo tanto tiempo esperando,
que ya no puedo levantarme.

Ya no espero...nada...

Me quedo sin voz.

Me quedo sin voz,
el miedo me atenaza.

La voy perdiendo dentro de mi,
se me escapa.

Me veo en el espejo,
no me recuerdo.

Mi voz ha cambiado.
Mucho.

Tanto,
que a veces no te oigo.

Se que todavía no estoy sordo,
pero me aterra el momento.

De quedarme sin voz,
de dejarte sin mi voz.

De no oírme.

Necesito más de una respuesta.

¿Para que escribir?

¿Para activar mi memoria?
¿Para llegar a la memoria de los demás?
¿Para aprender a envejecer?
¿Para que me recuerden?
¿Para saber quien soy?

¿A quien le importa?
¿Me importa a mí?

¿Para que escribir?
¿Escribir, para que?
¿Qué escribir?
¿Escribir?
¿Para que?

¿Para quién?

¿Para ti?
¿Para mí?

El Quinto Jinete

Me persigue desde que tengo uso de razón,
desde que la razón me permite recordar.
Le oigo detrás de mi, noto su aliento, su presencia.
Me empuja siempre hacia delante,
intenta obligarme a no mirar atrás.
No me da descanso, ni siquiera,
cuando creo que he perdido la razón.
Me tortura cuando intento evitarle.
Siempre me recuerda la razón de su presencia,
de su aliento, de su empuje, de su persecución.
Está detrás de mí, siempre,
esperando mi próximo paso equivocado,
para recordármelo,
con su reloj,
que mide el tiempo de mi vida.
es parte de mi yo.

A veces, solo algunas veces,
consigo escaparme,
olvidarme.

Soy el domador del quinto jinete.
Del único jinete.
Lo conozco.

Todos los días, a la misma hora.

Te veo, me hablas pero nunca te entiendo.
Te espero, todos los días a la misma hora,
para mirarte.
Para ver como te diriges a mí, solo a mí,
aunque no te entienda.

Me basta, con verte gesticular señalándome,
vocalizando palabras, que los dos sabemos,
que no puedo oír.

Yo te miro,
sigo con mis ojos tus gestos,
sin dejar de mirarte.
Ese momento que nos regala la estación,
Todos los días, a la misma hora.

Pensé en buscarte,
En contestar a tus gestos,
a tus palabras sordas.
Pero me dio miedo,
pensé que despertaría del sueño.
No me atreví a cambiar nada,
Para esperarte,
Todos los días a la misma hora.

Yo en mi vagón,
aplastado contra el cristal.
Y tú en el tuyo,
desapareciendo después de verme.

A mí,
Solo a mí,
Entre tanta gente,
Todos los días,
A la misma hora.

Gracias, muchas gracias.

Me siento ante el papel,
pero hoy, no puedo escribir.
Solo pensar.
Imaginar…

Imaginar que mis palabras se escriben solas.

Que son de colores,
que se pueden tocar,
que se paladean,
que se escuchan,
que huelen a mí.

Que se organizan,
con acentos, puntos y comas.

Que escriben por mí.
Que están vivas,
Que me quieren,
Que esperan a mañana.

Solo por mí.

Gracias, palabras.

Civilización

Tierras de corbatas obscenas,
maestros de ojos cerrados,
mares de cartas sin abrir,
respuestas en cajones sellados,
vientos de letras punzantes,
idiomas de vida perdidos,
fuegos de vientres helados,

Pieles de rostros, tiradas por todas partes,
enterradas, ahogadas, desgarradas, quemadas.

Olvidadas.

Eternidad muerta…
Con la pluma de dios.
Con la tinta del hombre.

No en mi nombre.

Solo aquí.

Estoy desperdiciando papel.
Mis letras, no merecen su tinta.
Me he perdido.
No se como seguir.

No veo miradas,
no escucho nada,
lo que toco se desvanece,
paladeo aire,
no distingo ningún olor.

Me faltan la palabras.

Por primera vez.

A mí.

Solo aquí.

Mis cartas

¿Que hago yo aquí?

Igual tengo que volver,
solo al boli y al papel.

No hay forma de ordenarme.

De que alguien lea,
como yo quiero que me lea.

!Y que me escriba¡

Sé que el culpable soy yo,
mi ego, pido demasiado.

Amo, las palabras,
salgan de donde salgan.

De una foto,
de mi cabeza,
de los días pares o de los impares.

Me gusta leerlas,
Y que me las lean.

Busco escribir,
!y que me escriban¡

Cada vez pienso más,
que este, no es mi sitio.

Sin boli, sin papel...
Sin cartero,
Sin noticias,
Sin historias.
Sin letra...casi sin nombre.

Solo sigo por leer,
y escribiros de vez en cuando.

Mis cartas, mi orden imposible.

Tan solo soy yo.

Me gustaría poder describir, todo lo que hay dentro de mi cabeza.
Ángeles y Demonios...
Hombres y Mujeres, y Bestias y Plantas, y Tierras...
Cielos, Nubes, Agua, Estrellas, Luna...Sol.
Viento, Mar...
Vida.
Amor.

Pero no soy Dios.

Anónimo


He descrito mundos, que nunca pensé que imaginaría.
He escapado de infinitas estrellas.
He estado tan cerca de Dios, que he podido ver,
que solo es humano.
He visto agua, convertida en muerte,
calor, convertido en hielo.
He comido, muchas veces tierra.
Soy tantos, como los que vivieron.
Siento tanto, como los que murieron.
Y aún así, no soy capaz de escribir mi nombre.
He perdido mi letra.
Con el tiempo.
¿Qué es, lo que no ha sido?
¿Cómo puede doler?
Si ni siquiera tiene nombre.

¿Por qué te has ido, sin venir?
¿Por qué no has venido?

Si se te esperaba, tanto…

¿Dónde estarás ahora?
¿Dónde te buscamos?

Eras nuestr@.
Creciste, dentro de nosotros.
Y te fuiste sin verte.

Tienes que ser un Ángel.
Tienes que velar por nosotros.
Allí donde estés.
Hasta que nos veamos.

Este Día

A un día le sigue siempre otro día.
Pero solo, con magia.

Debes desearlo tanto,
que si consigues vivirlo,
tienes que retenerlo en tu memoria,
como algo único.

Recordarlo, como un día tan mágico,
que te haga desear siempre.
Vivir otro día.

Solo la magia es capaz de conseguir,
que siempre desee vivir, un nuevo día.
Incluso en mis peores días.

Después de vivir,
después de la magia,
no me importaran los días.

¡La magia, existe!
¡La tengo yo¡
Conmigo, contigo…

Esta en todas partes.
Si quieres puedes verla,
cualquier día.

Conmigo, o contigo.

¿Para quíen quiera leerlo?

Siempre he querido escribir un diario,
pero cuando me he puesto a ello,
no he sabido nunca por donde empezar.
No sabía si contar mi pasado, mi presente o mi futuro.
No sabía quien lo iba a leer.
No sabía como escribir para mí.
Me ponía delante de las hojas en blanco,
Y me parecía que nunca conseguiría tener suficientes letras,
como para conjugar mis recuerdos, mis necesidades y mis deseos.
¿Cómo ordenarlos?
¿En hojas, en letras…?
¿Cómo desvirgar el blanco de una hoja de papel?
He llegado a escribir en un recibo de un banco.
Lo primero que fui consciente,
que alguien leía de mis escritos,
fue “Zumo hecho, Cafetera preparada”
No necesitaba más papel que el que tenía a mi alcance.
Lo peor era cuando tenía papel y no encontraba un boli o un lápiz.
Empecé a comprar cuadernos.
Y empecé a escribir sin plantearme para quien escribía, tan solo escribir.
Ni siquiera escribía para mí, no me leía.
Pero me atreví a manchar el papel con mis letras.
Con muchas más letras.
Acumulé escritos, tengo una carpeta llena, un cajón de cuadernos y un montón de papeles diversos, llenos de tachones, que pierdo por cualquier sitio y que solo leo, de vez en cuando.
Definitivamente decidí, que nunca iba a escribir un diario,
no me iba a someter a la tiranía de escribir todos los días,
de escribir siempre...
Pensando en mis recuerdos, en mis necesidades o en mis deseos.
De escribir pensando, en quien los leería.
Decidí escribir solo mis sueños, en cualquier sitio.

El papel y las letras, se aliaron conmigo.
Desde entonces, entre todos, escribimos algo más que palabras.
Para quien quiera leerlo, desordenadamente.

Esto es para ti.

Que fácil es el recuerdo, del llanto en soledad.
Que fácil es compartir la risa.

Que difícil es compartir el llanto.
Que difícil es la risa en soledad.


Tengo la suerte de compartir,
el llanto y la risa.

Incluso en mi más profunda y brillante soledad.

Tengo la suerte de vivir.
Tengo la suerte de escribir.

Tengo la suerte de tener algo, por lo que escribir.

Mi suerte eres Tú, que soy Yo.
Hasta ahora, para siempre…Conmigo

No sabes como te quiero…
Eres mi risa, mi llanto,
todo lo que escribo, todo lo que comparto.

No sabes cuanto te quiero, hasta en mi soledad.

Esto es solo para ti.
Para siempre.

Ramón

Cumpleaños

La cena se enfriaba en la mesa
Los zapatos y la corbata me apretaban, o quizá era la ansiedad de la espera.
La luz de las velas oscilaba sobre el mantel estampado, de las grandes ocasiones.
Un año más, te había preparado una cena sorpresa, para celebrar tu cumpleaños.
Un año más te esperaba, con la chimenea encendida y el gramófono girando.
Un año más, te estaba esperando.
No me importaba esperarte todos los años.
No me importaba que decidieses dejar de cumplir años.
Yo lo seguía celebrando, como todos los años.

Las Palabras, sin Pensar, nos Permiten escribir

Dejemos Fluir a las Palabras




Si dejamos fluir a Las Palabras como el agua de un río...
solo fluir, sin pensar en su recorrido...
Sin pensar en los obstáculos que les pueden impedir fluir...
Sin pensar en meandros, en bajíos, en cascadas, en presas...
Sin pensar en su fin...sin pensar en el Mar.
Si las dejamos fluir, las Palabras cobran todo su significado.
Nos permiten escribir... de la vida, del amor...
Nos permiten escribir, del presente, del pasado y del futuro.
Nos permiten escribir, casi de cualquier cosa.
Nos permiten escribir incluso a veces de ti, incluso a veces de mi.
Nos permiten fluir, en la felicidad de escribir...Si dejamos fluir a las palabras...Si las dejamos fluir libres.
Las Palabras nos permitirán fluir, hacia nuestro propio Mar.

Noches de insomnio, Dialogos de sueño.


Estaba una tarde sentado, contemplando el cielo, cuando de pronto note una presencia…
¡A mi lado…, estaba sentado un hombre muy parecido a mí!
Tan parecido… ¡Que era igual que Yo!

Cuando salí de mi asombro…

Le pregunte “¿Tú quien eres?”
Él me respondió. “Dios”.

Se produjo un largo silencio, mientras los dos contemplábamos la puesta de sol.

Volví a preguntar. “¿Qué haces aquí?”
Me respondió. “Descansar”.

Sin ser yo consciente, estas palabras salieron de mi boca…“Estas un poco mayor, ¿Porqué no te jubilas?”

Él me dijo…“No me dejan, estoy condenado a trabajar eternamente”.

Como parecía que ya estábamos entablando conversación, me atreví a decirle…
“Tuviste una oportunidad, pero enviaste a tu hijo a hacer tu trabajo, si te hubiesen crucificado a ti, podrías llevar descansando 2000 años”.

Mirando al cielo, me dijo…. “A mí, también me hubieran obligado a resucitar, lo han hecho durante mucho más de 2000 años, y me siguen obligando”

Se produjo un largo silencio de nuevo, mientras los dos contemplábamos las estrellas.

Él preguntó… “¿Qué harás tú, cuando te jubiles?”

Yo respondí… “Descansar”.

Él volvió a preguntar, “¿Descansar…, descansar para siempre, eso es todo lo que deseas?”

Y yo respondí… “No…, soñar…, soñar para siempre…, como siempre…como hoy”

Se levanto y antes de desaparecer me dijo.

“Si es así, cuando te jubilen, Tú, serás el verdadero Dios.”

Esa noche me quedé sin Dios, y aprendí lo que soy, un Ser Humano.