Mi templo, la cocina de noche





Mi templo, la cocina de noche.

Me siento en la cocina, con la televisión puesta, con un boli o un lápiz y un papel, cada vez más con el ordenador, cada vez uso menos la cámara, casi he desistido de usar la pluma… y escribo.

Llevo así algunos años, intentando clasificar mis letras, dejándomelas a mi mismo en todos los sitios, para recordarlas mañana, en la mesilla de noche, encima de las llaves del coche, en la cartera…

Para leerlas, para acabarlas, para mejorarlas, pero al final, siempre se quedan ahí guardadas, en una hoja de papel, en un cuaderno, en una carpeta, incluso en una enorme bolsa de plástico, o en el sitio más recóndito del ordenador.

Tengo pendiente retomar tantos temas… el lápiz que García Márquez, llevaba a todas partes de niño, el homenaje a Les Luthiers, José Antonio Aguirre, mares, reinos humanos y divinos, justicia, mi padre…culpas, desgracias, sueños, infancias…

Solo algunas de mis letras, las mejores, consigo entregarlas en mano, y suelen doblar el papel y guardarlo, nunca les pregunto donde.

A veces me escriben, con un guiño, con una sonrisa, con un beso, con un gran abrazo, con una mirada...
A veces sobran las palabras.

Por eso sigo escribiendo, defendiendo este mi templo, la cocina de noche, por eso y porque cuando escribo recuerdo la sensación que tenía de niño, cuando jugaba a futbol.

No he vuelto ha tener nunca esa sensación, hasta que he descubierto este espacio que se adueña de mi, la sensación de estar vivo, sin necesitar los sentidos.

Por eso escribo a quien escribo, a quien guarda mis letras.

Siempre, en mi espacio sagrado de escritura.

Ya veremos cuanto me dura la defensa, ahora vienen dos más, se les espera para noviembre, llenos de vida nueva, de infancias por recorrer… llegan como un sueño, de hecho ya están aquí, pequeños, creciendo, llegan después de tanta tinta derramada, que espero que cuando puedan, también se guarden un papel, después de doblarlo, pero durante un tiempo reclamaran su espacio.

Buscare otro templo, para seguir escribiendo, de vez en cuando, como ahora.

1 comentario:

  1. ooooooh!!!!!
    yo hago como tú... dejo mis letras por toda la casa, hasta debajo de la cama
    y también me gusta escribir en la cocina, pero siempre con lápiz

    (como me gustan estas coincidencias contigo)

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