Una caricia desde mucho más alla del olvido.

Diane Setterfield

"Por muy banal que sea el contenido siempre consigue conmoverme, porque alguien ya fallecido, en su momento, considero esas palabras tan valiosas para merecer ser plasmadas por escrito.
La gente desaparece cuando muere. La voz, la risa, el calor de su aliento, la carne, y finalmente los huesos... Todo recuerdo vivo termina, es algo terrible y natural al mismo tiempo.
Sin embargo, hay individuos que se salvan de esa aniquilación, pues siguen existiendo en los libros que escribieron. Podemos volver a descubrirlas. [...] A través de la palabra escrita pueden enojarte o alegrarte. [...] pese a estar muertos. Como moscas en ámbar [...] se conservan por el milagro de la tinta sobre el papel."

De Diane Setterfield El cuento número trece





2 comentarios:

  1. Tomo nota de la sugerencia, será una de mis próximas lecturas, lo prometo :)


    Puedo sentirme afortunada porque existo a través de los que me leen. Y yo hago lo mismo al leer a los otros. Pero sin conocer personalmente al "escritor" nos perdemos saber cómo son sus manos, la profundidad de sus ojos, la forma de acometer un callejón a plena luz del día....

    Afortunados pues tú y yo, de todas todas.

    ResponderEliminar
  2. Afortunados Tu y yo, sin saber porque, agradecidos a un destino ciego, pero acompañado, que no quedara solo en un olvido.
    !!Urte berri on, Tara!!

    ResponderEliminar

Dejate llevar por la generosidad en tus comentarios.
Ya que has llegado hasta aqui, desparrama tus palabras sin ningún complejo, ve más allá... de un "me gusta" o "un que bonito", utiliza la tinta de tus venas, regalame un millón de letras, o algún verso...cuentame una historia, envíame una carta dibujada...lo que quieras.
Pero sobre todo no te vayas, sin saludarme,
pensaría que soy un mal anfitrión.