El agua Mancha

Autorretrato de Felipe Smides

El agua mancha

Acumula borrones en páginas antes blancas,
escupe pecados desde rincones olvidados,
fluye rojo transparente, por las plumas.

Estalla,
contra los prejuicios,
salpicando espuma de mar,
iluminando en polvo de oro,
cascadas de amaneceres y ocasos.

Evapora culpas,
que flotan dóciles,
armoniosas y acompasadas,
descerrajando rayos.

Arrastra miradas perdidas,
espejos rotos,
calores de hogar...

Llevándose parte de mi contigo.

El agua mancha, sombras,
gargantas, islas, lienzos.
Discurre despacio, sinuosa,
profunda, indiferente.

El agua mancha de rojo, de blanco,
de negro, de campos de batalla.
Arrolla, devasta, riega,
labios que esperan besos,
entre el olvido y el deseo.

El agua mancha, cuerpos vacíos,
y cuerpos llenos de esperanza.
Refleja rayos de luz esmeralda,
el arco iris...tu cara.
Destila esa preciosa llave del alma,
que nos pone tiempo en las manos.

Como tú, soy agua manchada.

Que el agua me siga manchando de ti,
siempre...


Entre mareas.

Publicado por Ramón Arbe en  Cordura Entre Mareas el 21 de abril de 2012

2 comentarios:

  1. El agua mancha y en el poso que resta la sensación sempiterna de que pasaste por ella para entregarme el mensaje más importante jamás encomendado. El rastro resigue los perfiles grabados por el tiempo a fuerza de diluvios, y el agua se acumula en su cenit, allá a lo lejos, siempre a punto, por si debiera correr al encuentro, incansable, de tus horas robadas y mi atención extraviada.

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