No doy "pa" más

Y la huesuda no me quiere llevar.

No puedo renunciar a pensar,
para aliviar mi conciencia.
No puedo dejar de contar,
que me llora la almohada.
No puedo retener esa rebeldía,
que no ejercí cuando debía.

Quiero retener el viento en mi memoria,
contar cuentos cada minuto,
dejar de gritar, dejar de gritar,
dejar de gritar...
de miedo.

Intento querer, querer tanto,
como merece la palabra,

No quiero que no me quieran,
por lo que no se que soy,
y esta carrera, lenta, incansable,
me persigue tanto...

Añoro mi pasado, mi presente y mi posible futuro,
una marea de una mar de la cara oculta de la luna.

A calzón quitado, no se a donde voy.

Estoy muy cansado,
muy, muy cansado.

Deseo que el arroyo me acoja.

Pero mañana me espera.


1 comentario:

  1. Por cierto, la métrica en los versos, es la injerencia de la gente de números en la esencia de las letras, para vengarse por necesitarlas.

    ResponderEliminar

Dejate llevar por la generosidad en tus comentarios.
Ya que has llegado hasta aqui, desparrama tus palabras sin ningún complejo, ve más allá... de un "me gusta" o "un que bonito", utiliza la tinta de tus venas, regalame un millón de letras, o algún verso...cuentame una historia, envíame una carta dibujada...lo que quieras.
Pero sobre todo no te vayas, sin saludarme,
pensaría que soy un mal anfitrión.