Por la noche, nunca se me olvida que el sol sale al día siguiente.

"La Noche del Cazador"
en su propia voz.

Por la noche no me gustan los ruidos, necesito concentración, estoy velando a los míos, arropándolos con mis letras.
Acudo corriendo cuando noto que me necesitan, ya sea para espantar pesadillas, para tranquilizar nervios, apagar una luz, ahuecar una almohada, escuchar, el apretarse del tacto de una caricia regalada...
Estoy atento para compartir una imagen imposible de la luna, desde una ventana, que mira al cielo de noche y de día, intentando recordar el brillo de los reflejos de memoria, que deja el abrazo de un beso, mes a mes, año a año.
Por la noche, me acuesto cuando tengo la seguridad de que los míos van a dormir bien, y el despertar de mi conciencia también.
Pero no lo consigo nunca, la aparto como si fuese un ruido.

2 comentarios:

  1. Yo era como tú, los míos siempre eran lo primero. Ahora, yo he pasado a ser mi máxima preocupación. Y no sé si descanso o duermo, pero no me hago a la idea de cuidarme.

    ResponderEliminar
  2. Me cuido entre los que atesoran mi tiempo.
    Todas las noches te miro dormir, antes de irme a la cama, soplando las velas de una goleta que navega por un mapa dibujado con tinta china. Estas entre los mios.

    ResponderEliminar

Dejate llevar por la generosidad en tus comentarios.
Ya que has llegado hasta aqui, desparrama tus palabras sin ningún complejo, ve más allá... de un "me gusta" o "un que bonito", utiliza la tinta de tus venas, regalame un millón de letras, o algún verso...cuentame una historia, envíame una carta dibujada...lo que quieras.
Pero sobre todo no te vayas, sin saludarme,
pensaría que soy un mal anfitrión.